En 1995 de la colaboración de Richard Linklater, uno de los directores independientes más reconocidos de la época, Julie Delpy y Ethan Hawke, surgía la primera de las películas de esta trilogía, “Antes del amanecer”.
El éxito de esta serie romántica no puede hacer olvidar el hecho de que se trataba de un proyecto muy personal del director, que contó con el compromiso absoluto de los dos actores y la aceptación de una generación de público que se sentía identificado con la historia. La deuda con Woody Allen no puede ser más evidente, tanto en los diálogos como en parte de la puesta en escena.