Marta F. Crestelo es Presidenta de Lluces – Asociación de Creadores Audiovisuales Independientes d’Asturies

El anuncio de recuperar la Filmoteca de Asturias realizado recientemente por la consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, en la Junta General del Principado ha encendido un debate que, de momento, se está centrando en la disputa de la ubicación de la institución. Desde la asociación Lluces celebramos la oportunidad que representa la reapertura de una institución determinante para nuestro patrimonio cinematográfico, pero creemos que el debate debe centrarse en el proyecto y objetivos de la Filmoteca de Asturias. No se trata solamente de recuperar la filmoteca sino de idear, desarrollar y consolidar un proyecto que sea sostenible y eficaz para las próximas décadas.

Está en juego nuestro legado cinematográfico, la transmisión de la Historia del Cine en Asturias a las generaciones del futuro. El proyecto de filmoteca no puede ser otra improvisación de nuestros representantes públicos como ocurrió en épocas pretéritas. Hablamos de una institución ideada con rigor que esté dotada de los medios y el personal cualificado para garantizar sus funciones de recuperación, conservación, custodia, difusión, formación e investigación de nuestro patrimonio cinematográfico. No nos merecemos ser la única autonomía sin filmoteca pero tampoco llevar esperando para su recuperación más de una década y que ahora se desarrolle un proyecto que no sea ambicioso, eficaz y contemporáneo. Demandamos también a nuestros responsables públicos que los debates políticos no dilaten eternamente su creación porque el paso del tiempo lleva años condenando a la desaparición irreparable de una parte importante de nuestro patrimonio fílmico y, en otros casos, perdiendo el acceso a otros fondos cinematográficos que están siendo donados a otras filmotecas ante la ausencia incomprensible de una institución que los conserve en Asturias desde 2011.

Asociación de Creadores Audiovisuales Independientes d’Asturies

Miembros de Asociación de Creadores Audiovisuales Independientes d’Asturies – Lluces

La indiferencia hacia nuestro patrimonio cinematográfico es consecuencia también de la ausencia de políticas públicas audiovisuales en Asturias. Los hechos y los datos son realmente desoladores para los que nos dedicamos a esto y resulta muy injusto en comparación con nuestros colegas del resto del país. Además de la única autonomía que no tiene filmoteca, también somos los únicos con televisión autonómica que no dispone de un área o servicio audiovisual. Por no existir, no existe siquiera ningún plan o estrategia sobre esas políticas audiovisuales, ni ningún responsable de su coordinación o creación.

Un escenario que nos sitúa en una parálisis objetiva que genera inevitables cuestionamientos sobre la visión que tienen nuestros responsables públicos del sector audiovisual asturiano: ¿por qué las normativas que regulan las ayudas al cine son tan diferentes a las de otras autonomías que sí se han adaptado a la producción contemporánea? ¿por qué el parlamento asturiano y nuestra administración desconfía de la representación colectiva mientras fomenta la representación individual de los intereses particulares en las mesas sectoriales? ¿por qué la Radio Televisión Pública de Asturias (RTPA) incumple sistemáticamente sus principios de fomento y dinamización de la producción audiovisual en Asturias? ¿por qué el parlamento asturiano no cumple sus funciones de supervisión del cumplimiento del servicio público de RTPA? ¿por qué la actividad y la creación de empleo permanecen estancadas en el sector audiovisual asturiano? ¿cómo pretendemos estimular la retención de nuestros jóvenes invirtiendo 8.000 euros al año? ¿por qué tenemos que permanecer en el furgón de cola audiovisual nacional cuando tenemos los recursos, el talento y la oportunidad para cambiar esa tendencia negativa?

Estamos en la era digital. 9 de cada 10 contenidos online son audiovisuales. Nuestro sector se ha convertido en un motor de creación de riqueza y empleo en otras autonomías y, de hecho, constituye uno de los ejes principales de la agenda España Digital 2025 que establece, entre otros objetivos, el incremento del 30% en la producción audiovisual con una inversión pública de 1.330 millones de euros que en Asturias no ha tenido ni el más mínimo impacto a diferencia del resto de autonomías que, en todos los casos, han innovado en políticas de fomento del sector audiovisual en los últimos años.

Se trata de una actividad económica que potencia la formación, la especialización, la igualdad, la retención demográfica de una juventud cualificada o la sostenibilidad medioambiental, y que destaca también como el sector cultural que más valor aporta al PIB por empleado. El empleo del sector audiovisual en España ha crecido más de un 35% en la última década a pesar de la irrupción del COVID, mientras que las afiliaciones de nuevos trabajadores del sector audiovisual en Asturias durante ese mismo tiempo han crecido un 1,6%. Se han registrado exactamente 14 nuevas afiliaciones desde 2012.

Asturias ocupa la última posición en el ranking autonómico de desarrollo de políticas audiovisuales en España y, sinceramente, sólo es cuestión de voluntad y trabajo mejorar esta inmerecida posición. Sobran ejemplos de éxito a nuestro alrededor y eso supone una ventaja de llegar más tarde que el resto. Imitemos a los que lo han hecho bien. Por favor, no sigamos repitiendo las mismas acciones y con los mismos actores que las últimas dos décadas porque ya conocemos las consecuencias. Queremos pensar que, entre todas y todos, podemos ser capaces de construir un sector audiovisual dinámico e innovador que sea capaz de ofrecer una oportunidad a nuestros jóvenes.

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